jueves, 14 de mayo de 2009

LENGUAJE, LITERATURA Y FRMACION INTEGRA

COMO ANALIZAMOS RELATOS INFANTILES Y JUVENILES

La narración es una forma de expresión que cuenta algún suceso o acontecimiento cuando se relata un suceso, se narra cómo lo afirma GANETTE todo discurso narrativo tiene una gran relación entre relato e historia. Desde cualquier perspectiva semiológica la narración se puede realizar con cualquier clase de signos, en todo texto narrativo encontramos secuencias que se construyen mediante signos lingüísticos.

Según GEMMA LLUCH propone a sus lectores una metodología para entender con más aciertos cómo estas estructuradas los relatos, cómo funcionan, cómo se construyen a partir de un lector; Cuando el niño y el adolescente no se limita al planteamiento teórico, sino que se revela en su aplicación a través del análisis de obras clásicas y contemporáneas de la literatura, como los cuentos de hadas, como las películas de disney. Por lo tanto la incorporación de nuevos lectores al sistema literario genera nuevas maneras de entender lo literario, si hablamos de literatura infantil, creo que es necesario construir una tradición de textos canónicos infantiles y juveniles que nos oriente sobre las maneras en que a lo largo de la historia los niños han leído artísticamente el mundo. Algunos coincidirán con otras literaturas, otras constituirán nuevas formas de hacer, pero todas enriquecerán las múltiples propuestas literarias dirigidas a los diferentes lectores.
Es evidente que el lugar de la literatura infantil y juvenil ocupa en la comunicación literatura y el tipo de lector al que se dirige requiere un método de análisis propio pero siempre próximo al resto de propuestas analíticas, el método nos ha de ayudar a extraer información de las narraciones para poder interpretarlas, para conocer el tipo de personajes, escenarios o narradores que propone, para establecer comparaciones con diferentes tipos de narraciones para hacer una radiografía y conocer cuál es su funcionamiento interno. Por lo tanto para poder entender la complejidad de los relatos infantiles y juveniles se requieren unas herramientas para estudiarlos más afondo y compartirlos mejor.

2 comentarios:

lemendoza dijo...

Al leer tu blogger, he pretendido establecer un método de trabajo que permita analizar la literatura infantil y juvenil desde los mismos métodos aplicados a otras literaturas, sin olvidar las particularidades de la literatura infantil. Se analiza aspectos que tienen que ver con la sociología de la literatura y de conocimientos, con el concepto de ideología.
Los invito a que lean sobre BAYTIN donde propone que la diversidad de géneros literarios responde a una diversidad de los cronotopos que pueden ser abstractas, míticos o folclóricos. El cronotopo de cada una de estos géneros determina el tipo de eventos que se narran, la forma y la naturaleza de los personajes, el tipo de transformaciones experimentados, así en el cronotopo de aventuras los eventos son cualidades, completamente exteriores a los héroes, que asume el cronotopo en los personajes y su psicología.

Dipagi dijo...

Al analizar un relato infantil y juvenil a partir del análisis estructural es el llamado nivel de las acciones. Dejemos aquí de un lado la importancia que pueda tener en el cuento la figura de los personajes y nos centremos no en quiénes son los personajes del relato sino en lo que estos hacen como lo dice: Aristóteles los estructuralistas dan importancia a la acción, no a los personajes.
En una lengua el sistema lingüístico lo encontramos en un doble proceso: la articulación o segmentación que produce unidades (es la forma según Benveniste) y la integración que reúne estas unidades en unidades de un orden superior (es el sentido). Sin embargo, la integración narrativa no se presenta de un modo regular; a menudo, el relato se presenta como una sucesión de elementos imbricados que orientan una lectura horizontal y también vertical, por lo tanto la función del relato no es la de representar sino montar un espectáculo . El relato no hace, no imita; la pasión que puede inflamarnos al leer una novela no es la de una visión (de hecho, nada vemos) en el cual también posee sus emociones, sus esperanzas, sus amenazas, sus triunfos: “lo que sucede” en el relato no es, desde el punto de vista refencial (real), literalmente nada; “lo que pasa”, es sólo el lenguaje, la aventura del lenguaje.
Según el psicoanálisis de los cuento de hadas, frente a otras formas literarias que se le aproximan, Bettelheim rescata una frase de Lewis Carrol, quien afirma que cantarle a un niño uno de estos cuentos es hacerle un pequeño regalo de amor.